Un toque del cielo (Jesús y el leproso)
Del podcasts "Palabras de Vida" by: Raúl Hernándex MX
I. LA PETICIÓN DE UN NECESITADO
Mar 1:40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.Mar 1:40 Un hombre con lepra se acercó, se arrodilló ante Jesús y le suplicó que lo sanara. —Si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio —dijo. (NTV)
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A) Se acercó (Vino a él)
- No importa cuán pecador vengas… ¡acércate a Jesús!
- No importa que gran equivocación hallas cometido…. ¡Acércate a Jesús!
- No importa cuán grande sea tu necesidad… ¡acércate a Jesús!
PASAJE PARALELO: “y al que a mí viene, no le echo fuera” – Juan 6:37
Tenemos un Dios deseoso
de tener comunión, anhela recibir el pecador, de atendernos, de ministrar todas
nuestras necesidades, pero ¡necesitas acercarte!
Este hombre leproso tenía
una necesidad muy grande, ha estado quizás por mucho tiempo enfermo de lepra,
condenado a morir de esa manera, sin ninguna esperanza de ser sanado. Sin embargo,
la Escritura nos describe que este hombre se “se acercó (vino a Él)” que valentía para un leproso acercarse a Jesús.
Los leprosos tenían que
estar completamente aislados, por lo regular eran apedreados por la gente para
que mantuvieran su distancia. Ellos tenían que gritar ¡Inmundo! ¡Inmundo! y se
alejaban en vez de acercarse; sin embargo éste hombre al saber que era Jesús,
decide acercarse en confianza.
Que nuestro pecado, situación o necesidad nunca nos aleje de la presencia de Dios. ¡El
acercarnos a Él es el primer paso para recibir una respuesta! Que Dios sea la
primera persona a quien recurrimos..
PASAJE PARALELO Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16
B) Se arrodilló (hincada la rodilla)
Acercarnos a Dios demanda de nosotros una actitud reverente (respeto) hacia Dios. Mientras había otra gente que no quería reconocer a Jesús como el autor de los milagros y sanidades porque eso implicaba reconocerlo como el mesías salvador del mundo; este leproso estaba humildemente reconociendo ante quien se estaba presentando, ante alguien superior.El arrodillarse ante
alguien significa reverencia, honor, es dar adoración. (por eso no nos
arrodillamos ante cualquier persona o cosa).
PREGUNTA: ¿Cuál es
nuestra actitud al presentarnos delante de Dios?
Hay personas que se
acercan a Dios, pero no reverentemente. (Por Obligación, conveniencia,
religiosidad, indiferencia) debemos reconocer quien es Él.
¡No se trata de solo una postura física, sino una postura del corazón! Este hombre expreso exteriormente su condición interna.
C) Le suplicó (rogándole)
Este hombre leproso le ruega al Señor (suplica, le implora)
PREGUNTA:¿Cómo son nuestras peticiones, con ruego?
“Si quieres, puedes
limpiarme”
podemos ver un suplica con gran fe. El leproso no duda del poder sanador
de Cristo, no dijo “si puedes”. Quizás había escuchado el testimonio
sobre Jesús, quien dice ser el Mesías, el ungido de Dios, quien había venido a
dar buenas nuevas a los pobres; enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos… a sanar enfermos como el.
Pero, aun conociendo del
poder sanador de Jesús, el leproso se somete a la voluntad divina. No
esta decretado, no está exigiendo, no está pactando, simplemente da a conocer
su petición y se somete a la respuesta del Señor.
Hagamos suplicas de
nuestras necesidades, dificultades, pidamos respuesta con gran fe, sabiendo
que Jesús tiene el poder para ayudarnos, pero sometiéndonos a su voluntad. El
sabe que es lo que va a hacer, cuando lo va a hacer y de qué manera lo va a
hacer. ¡Nuestro trabajo es creer!
II. LA
RESPUESTA DE JESÚS
A) Jesús tuvo misericordia
“Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él”, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. (41)
DEFINICIÓN: “misericordia” palabra griega original que indica ser movido en las entrañas de uno. En el diccionario lo define como sentir tristeza al ver padecer a alguien, sufrimientos y miserias ajenas, que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo.
- No tenemos un Dios que es indiferente ante la necesidad de la humanidad
- No tenemos un Dios que le niega la ayuda al que se lo pide
- No tenemos un Dios que se burla de la desgracia humana
Cuando Dios vio nuestra condición miserable de pecado, condenados al castigo eterno, imposibilitados de salvarnos por nuestra propia cuenta; Dios envió a su propio hijo Jesucristo a venir a este mundo para nuestra salvación.
PARALELO: Hebreos 4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado
Jesús vino a padecer también, sufrió, fue tentado, experimento el dolor, vio de primera mano la miseria en la cual el hombre vive como consecuencia del pecado. Mientras otras personas habían rechazado a este hombre leproso, considerándolo como alguien de poco valor; Jesús entendía cuál era el verdadero valor de este hombre, un valor no externo sino interno.
La lepra, es un símbolo
del pecado (la enfermedad mortal del alma) destruye vidas, y lleva al hombre a
una condenación eterna aun en vida.
Un día usted se acercó
a Dios y él tuvo misericordia y es la razón por la cual se encuentra aquí.
Cuando otros lo rechazaron, Dios lo acepto, cuando otros no quisieron ayudarle,
Dios tuvo misericordia, cuando otros le dieron la espalda, Dios le extendió la
mano, porque él es misericordioso.
B) Jesús le toco
"Y Jesús, teniendo misericordia de él extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio." (41)
La lepra era una terrible enfermedad, repugnante, contagiosa, e incurable; este hombre estaba condenado a vivir lejos de su familia, lejos de su pueblo, lejos de la presencia de Dios según las leyes ceremoniales, nunca podría adorar más.
No podía tocar a nadie ni
nada, porque instantáneamente el objeto o persona quedaba inmundo bajo la ley. Una persona quedaba
ceremonialmente impura si tocaba un leproso. Además, había un cierto peligro de
contraer la enfermedad, por lo tanto el leproso perdía todo contacto del calor humano, ni un
abrazo, ni una palmada, ni un beso.
NOTA: «El contacto humano es tan importante que puede alterar incluso el crecimiento físico y mental de un bebé», explica la psicóloga María Jesús Álava Reyes. Este fenómeno, que se conoce como «hospitalismo», «puede hacer que, aunque los niños estén bien atendidos desde el punto de vista de la salud, al faltarles el cariño diario de sus seres queridos, presenten cierto retraso psicomotor y sean inmaduros, inseguros, apáticos...». Las personas, asegura la psicóloga Ciara Molina, «no pueden sobrevivir y desarrollarse sin ese contacto físico. Todas las personas lo necesitamos.
Jesús pudo haberlo sanado con una simple orden sin tocarlo como muchas veces lo hizo, pero Jesús vio que más que una necesidad de salud, había una necesidad del alma, necesitaba un toque de Dios.
Nadie es tan repugnante como para que Él no lo toque. En un sentido, todos somos leprosos porque nos ha deformado la fealdad del pecado, pero no hay ni un pecador que Dios no desee tocar y transformar. "Mientras otros apedrean al leproso, Jesús desea toca su vida"
El toque de Jesús fue acompañado de un
“Quiero”, es nos habla de una disposición. Jesús no solo
tiene el poder para sanar, restaurar, transformar vidas, él quiere hacerlo.
Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.(42)
El santo Hijo de Dios tuvo compasión
ante la condición de ese hombre, tuvo la disposición de tocarle y sanarle con
su poder. ¡Porque lo que Jesús toca lo limpia!
TODOS
NECESITAMOS A UN DIOS MISERICORDIOSO
Marcos 1:43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, (44) y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino vé, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
Este hombre tenia que mostrar al sacerdote que su condición había cambiado, tenia que hacer un rito de purificación para integrarse nuevamente a la sociedad, a su familia y poder adorar a Dios. Sin embargo..
(45) Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
Imagínense la alegría de aquel hombre, de haber estado casi muerto a tener vida nuevamente. Recibió un toque de Jesús, un toque divino que transformo su vida.
Todos hemos estado en la misma condición que este leproso, hundidos en el pecado, sin esperanza, sin salvación, el pecado estaba acabando con nuestra vida. Apartados de Dios, lejos de nuestra familia espiritual, pero un día recibimos ese toque especial, un toque de Dios a nuestra vida y ahora todo es diferente.
CONCLUSIÓN
Es necesario que publiquemos, que declaremos que hay un Dios y su nombre es Jesús, y el es MISERICORDIOSO. El anhela extender su mano de poder y misericordia y transformar tu vida. Si tu se lo permites, tu vida nunca volverá a ser la misma.
Podcasts by: Raúl Hernández MX
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